A veces nos sentimos especiales porque cuando todo el mundo cree que está celebrando la gran festividad del día tú sabes que la tuya es mejor —o no—, pero al menos es diferente.

Yendo hacia la escuela me encuentro mientras esta entrada programada se publica (para que veáis cuantas veces os habré engañado).

Unos pensarán que hoy, 29 de abril, seria un día como cualquier otro si no fuera… por la boda real britànica. Pues yo soy otros. Otros pensamos que hoy hay cosas más importantes. Precisamente estoy yendo una hora antes a la escuela porque los alumnos de sexto van a representar Grease después de un curso entero de preparación. Además es el cumpleaños de dos personas muy cercanas en su día y también es el día que conocí a alguien más.

Realmente, todos tenemos más de una fecha oficial con festividad privada. Para mí la noche de San Juan es un cumpleaños y lo que para el mundo fue el atentado de las torres gemelas, para los catalanes es nuestra fiesta nacional y en mi familia es un aniversario de boda.

Intuyo que ya os habéis puesto a pensar en fechas que para el mundo son una cosa y para vosotros son otra. ¿Qué os parece si las compartís conmigo?