Para algunos de vosotros eso es una buena noticia, para otros es una lástima y a la inmensa mayoría os da igual. En fin, hoy diseccionamos un congreso científico.

Empecemos por lo básico. Lo principal de los congresos es lo que todos imagináis: uno tras otro los investigadores exponen los resultados de sus estudios —pero con los detalles justos para que nadie se copie. Disponen de 15-20 minutos y resuelven un par de dudas del público al final. Así unas 5 horas diarias.

Multiplicad esto por varias sesiones paralelas durante 3-5 días. En los congresos más grandes hay tantas sesiones que algunas tan solo rozan los límites de tu comprensión. Aunque no importa porque estás ocupado con el itinerario que te has organizado de sala en sala para escuchar unas charlas específicas. Además hay una charla de apertura, una de clausura y oradores invitados aquí y allá.

Que quede entre nosotros, pero ser científico y saber comunicar no van juntos por defecto y a veces es muy duro asistir a una exposición conceptualmente interesante. Por otro lado, hay preguntas nacidas menos de la curiosidad que de la maldad…

Además de la comida, hay pausa-café para el desayuno y la merienda. Las pausas se hacen de pie en la sala de los expositores de empresas y de los pósters (porque si no te seleccionan para una charla tienes que conformarte con colgar un poster de tu investigación). La comida puede ser en un comedor, si el congreso se celebra en un hotel, o de pie. Bueno, en otoño fui a uno en el que nos daban tiempo libre y nos teníamos que buscar la vida.

Para terminar, el programa social incluye fiesta de recepción, ruta turística, cena de gala… —algunos con un coste adicional. En estos actos, el más respetable de los científicos se suelta la melena hasta tarde. Pero a las 9 de la mañana vuelven a hablar de ciencia dignamente.

Las fiestas después de las cenas y la internacionalidad de los participantes es lo más parecido a Eurovisión. Bueno, lo más eurovisivo que me consta que haya pasado en un congreso no lo puede ver; estaba ocupado haciéndolo.