ETXEBARRIA, LUCÍA. Amor, curiosidad, prozac y dudas. Barcelona: Debolsillo, 2008.
“Amor: una posibilidad remota para Rosa, una memoria triste para Cristina, un recuerdo borroso para Ana. Curiosidad: la última esperanza. ¿Hay otra vida más allá de los escasos metros de refugio que proporciona un despacho, una casa de diseño o un bar tecnificado? Prozac: veinte miligramos diarios que bloquean los puntos del cerebro donde se conectan las ideas y los sentimientos. Dudas: ¿es posible sobrevivir al naufragio?”
Por mucho que este fragmento de la contraportada justifique las cuatro palabras del título, con amor y dudas habría bastado para expresar el verdadero contenido de la obra. Se nos presentan tres hermanas insatisfechas con su vida y sus dudas existenciales —mayormente relacionadas con sus relaciones amorosas o su trabajo o la ausencia de uno de ellos— y se explican, de forma debidamente dosificada, las experiencias que las han llevado a tal estado.
Este ha sido mi primer libro de Lucía Etxebarria y me alegra poder afirmar que ha cumplido fielmente con mis expectativas. El estilo de Lucía (algo me impide mantener la distancia usando solamente su apellido) es ágil e inteligente. Frases dignas de ser enmarcadas se suceden sin tregua. A veces esto dota a algunos personajes de una inteligencia o vivacidad exagerada para lo que se les podría suponer, pero hay un punto a favor de Lucía, y es que cada una de ellas —ya que la mayor parte del libro está escrito en femenino— tiene también su propia forma de hablar dentro de este estilo común, y eso las hace creíbles.
Otro gran triunfo del libro es el final abierto. Aborrezco las novelas que añaden un capítulo final innecesario para contar lo que sucedió después y asegurar el felices para siempre [léase Gamberradas divinas (Gods Behaving Badly) o Harry Potter]. Esta no lo hace. Como en la vida misma, conoces a tres hermanas, compartes un momento de su vida hasta que os separáis y no recibes una carta a los veinte años contando un final feliz.
En resumen, leedlo.
Si veus la Lucia diga-li de part meva que la odio. Gracies.
Demà quan vingui a sopar a casa, no pateixis.
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