Estos días de fiesta, en los cuales la programación televisiva de cualquier canal desciende hasta solamente trece veces mejor que la de Tele5, he ambientado mi hogar con el canal musical RAC105, que —debido a su sistema de escoger veinte canciones cada día y repetirlas en bucle hasta la saciedad— me ha sobreexpuesto a Madonna y a Adam Levine.

No me pongo yo al lado para no parecer el ‘antes’ y el ‘después’.

Mi ex me dijo una vez —una sola vez, sin insistir en ello y con poca convicción— que Adam Levine le recordaba a mí o viceversa. Supongo que era por la cara larga, la mandíbula marcada, la barba de dos días y la frente en ligera ampliación. O porque el amor es ciego.

Tranquilos, no soy Samantha Brick, no os aburriré con las falsas virtudes de mi aspecto; no pretende ser nada más que un apunte en tono jocoso. Aunque para jocoso el mensaje que me mandó una buena amiga hace un mes “Avui al metro he vist un noi que m’ha recordat molt a tu (no al cantant de Maroon 5, ho sento).” Después se preguntará el porqué de mis comentarios crueles hacia su persona.