Experiencias lingüísticas en Polonia (2014)

Lo prometido es deuda: aquí van los detalles de mi experiencia veraniega con el polaco en su país de origen.

Tras muchos meses de estudio de la lengua, emprendí el viaje de diecisiete días para visitar a mis amigos polacos en su país, conocer Polonia y, sobretodo, poner a prueba mis aptitudes lingüísticas.

Mis conversaciones eran como leer un libro así [fuente: Resio]

Mis conversaciones eran como leer un libro así [fuente: Resio]

Los primeros días en Varsovia me acogió mi amigo monolingüe, el que me concedió esas primeras conversaciones en polaco cuando pasó un fin de semana en Barcelona. Como consecuencia del tiempo hablando juntos, él conocía el alcance de mi conocimiento y adaptaba su discurso a lo que yo podía comprender e introducía nuevo vocabulario poco a poco. Él no es consciente de ello, pero es un profesor genial. Y al fin y al cabo, ¿qué remedio?; si no podíamos hablar en otro idioma.

Además, la parte de su círculo de amigos con quienes interaccioné hablaban el inglés al nivel de mi polaco. Las cenas o la noche del sábado con ellos fueron pura inmersión lingüística. La noche del sábado fue, además, la que pasé presentándome con mis frases «Hablo polaco. Soy de Barcelona.» Y es que es imposible resistirse a un extranjero que chapurrea tu lengua cuando no es una lengua útil en el mundo —sé de lo que hablo, soy catalán.

Mi amigo trabajó un par de días, lo cual me brindó la oportunidad de experimentar sin atenuantes por amistad o alcohol. Primero conocí a una camarera sin ninguna sensibilidad lingüística. Cuando me dirigí a ella en polaco me respondió a velocidad nativa y descubrí que debo pronunciar muy mal la palabra despacio, ya que hizo caso omiso a mi petición. Supongo que se percató de la indignación en mis ojos y decidió que, en vez de hablar despacio, hablaría en inglés. El chico de la barra fue más colaborador y hasta me ayudó con alguna palabra que se me quedó a medias.

Válido desde las 19 h del viernes hasta las 8 h del lunes [fuente]

Viajes ilimitados desde las 19 h del viernes hasta las 8 h del lunes [fuente]

En mi otro día libre tuve que localizar dónde comprar un billete de fin de semana para el transporte, pues en la parada cerca de casa no había máquina. En mi empresa acudí a un estanco donde un chico con cara fascinada y los pulgares bien arriba me dirigió a otra parada del mercadillo con mucho gusto —en serio, gozó conmigo por lo de chapurrear su lengua impopular.

Mi siguiente anfitrión había estado de Erasmus en España, por lo que alternamos su idioma y el mío según la complejidad de la conversación. De la pareja que me acogió después, una hablaba muy bien el inglés y el otro sólo bien. Me alegraba cuando este último no sabía una palabra en inglés y yo era capaz de proporcionársela cuando me daba la versión polaca.

Lo divertido fue cuando una tarde nos visitaron los padres de éste con una pareja de amigos y se creó una escena familiar con conversaciones que intentaba seguir; y parece que aparentaba conseguirlo porque la amiga se dirigía a mí como a cualquier otro en el relato de su historia. Más tarde ella y la madre comentaban mis ojos negros y piel oscura y la madre añadió —aunque no sé bien por qué— «¡Y es listo!», a lo que respondí «Sí, lo soy» y me las gané. El compañero de piso no era tan parlanchín, pero colaboró en mi formación una noche.

Los últimos días fueron menos fructíferos puesto que mi anfitrión principal rozaba la sensibilidad lingüística de la camarera, aunque supe aprovechar sus horas de trabajo para mis fechorías. Y es que para aprender un idioma hay que practicar, con ninguna vergüenza y sin miedo a los errores —que son necesarios para aprender—, porque hasta los nativos empiezan hablando mal.

7 thoughts on “Experiencias lingüísticas en Polonia (2014)

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  3. Retroenllaç: Sí, todavía sigo con el polaco | Traduquímica et al.

  4. Quina gràcia! Acabo de trobar el teu blog de casualitat. Jo he viscut quasi 4 anys a Polònia i des del primer dia em vaig proposar aprendre l’idioma. M’identifico molt amb el que escrius sobretot durant els meus primers dies allà! Ara ho penso i no sé com podia atrevir-me a parlar tant, perquè com que gramaticalment ho feia fatal, acabava dient coses que de vegades eren el contrari del que pretenia dir! xD (tinc anècdotes per donar i per vendre, et pots imaginar…) Molta sort amb el projecte en cas que hi segueixis! (veig que el post és de 2014)

    • Benvingut al blog! Sí, encara vaig un parell de cops l’any a Polònia a fer immersió i tinc alguns amics polonesos a Barcelona. Vaig millorant, però em falta ampliar vocabulari i perfeccionar els casos (evidentment).

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